Foto facilitada por el autor del artículo
(O texto está escrito en español, respéctase o idioma de orixe)
En una visita realizada hace un tiempo a la isla de Sálvora conocí a través de una historia relatada por una persona muy documentada, el conocido como el ‘Titanic gallego’, la historia del Santa Isabel, buque que naufragó una madrugada del 2 de Enero de 1921, en la isla de Sálvora y frente a Punta Fornela a escasos 200m de tierra.
Este naufragio está considerado la mayor tragedia marítima en la historia de Galicia y en él fallecieron 213 de las 268 personas que viajaban en el buque. Este vapor correo barco, que cubría la línea Bilbao-Cádiz, tras pasar por varios puertos recogiendo a pasajeros, se dirigía a Cádiz donde la mayoría de estos tripulantes partirían a América como emigrantes, pero el barco nunca pudo llegar ya que en torno a las 2 de la madrugada, el Santa Isabel encalló en las rocas cuando intentaba hacer las maniobras pertinentes para acceder a la ría de Arousa a causa del fuerte temporal.
La fuerza del mar y de las rocas destruyeron la parte inferior del Santa Isabel, que comenzó a llenarse de agua para hundirse poco después. Desde el barco intentaron pedir auxilio, pero la falta de electricidad y la angustia del momento no permitió que el mensaje de socorro llegara lo que supuso que nadie avisara a los equipos de salvamento marítimo. Pero el farero de la isla de Sálvora escuchó los gritos de los tripulantes del vapor correo y sin pensárselo se dirigió a la isla para alertar a los vecinos de lo que estaba sucediendo, pero de los aproximadamente 60 vecinos con los que contaba la isla, tan sólo estaban presentes 25. El resto de la población se encontraba en las fiestas del año nuevo que se celebraban en la costa, en las parroquias ribeiráns de Aguiño y Carreira por lo que la mayoría de los que presenciaron el terrible suceso eran mujeres y niños.
Foto facilitada por el autor del artículo
Cipriana Oujo, Josefa Parada y María Fernández, de entre 14 y 25 años, fueron tres de las personas que tripularon las embarcaciones que se dirigieron al lugar del naufragio, y que tras hacer varios viajes consiguieron salvar a unas 15 ó 20 personas.
Estas tres heroínas recibieron la Cruz de Tercera Clase con Distintivo Negro y Blanco del Consejo de Estado, sin olvidarnos de Cipriana Crujeiras, que esperó en tierra para ofrecer a los rescatados comida y ropa seca y también fue condecorada y homenajeada por ello.
Otro nombre importante en esta historia es el de Luis Cebreiro, segundo oficial del Santa Isabel que ayudó en las labores de rescate negándose a montar en un bote salvavidas por ser muy corpulento y por miedo a hundirlo o reteniendo varios botes hasta el amanecer para evitar que estos encallaran contra las rocas por la falta de luz. Cebreiro llegó hasta Sálvora nadando demostrando que la solidaridad de los gallegos no tiene límites.
Estos nombres podemos encontrarlos grabados en los hórreos restaurados que existen en los restos de la aldea que existe en la isla.
Foto facilitada por el autor del artículo
En las fotos que acompaño podemos ver: El lugar aproximado del naufragio, la aldea en fase de restauración, los primeros náufragos llegando al puerto de O Grove, Las heroínas y algunos hórreos que menciono.
Foto facilitada por el autor del artículo
Foto facilitada por el autor del artículo
